"Me dije: hay tantas cosas que encandilan, tantas cosas para que la mente marche rápido, para que no pueda pensar suficientemente, sopesar los hechos.
Hay tanta inercia empujando por atrás, tanto ruido, tanto solapado estrés...
Sí, casi todo parece empujar en este sentido, en el inércico de no pensar prácticamente, en el de simplemente actuar, hacer, aunque sean actos borreguiles.
Deberían escribir en las calles carteles bien grandes para hacer patente lo ya evidente "Prohibido pensar por tu cuenta" o pensar por ti mismo; tú solo déjate llevar por el rumor que arrastra, por la corriente que empuja.
Esto me dije. Y comprendí, a la vez, que esta inercia que nos envuelve es bien absurda. Haz, haz, haz, pero no te enteres, no discurras, no te plantees nada en absoluto. Haz, haz.
Debo ser un torpe por poner palos en las ruedas de la norma, de lo común. Debo ser ya un exiliado o expatriado en mi inconsciencia, en mi falta de sentido común.
Un día tuve un atrevimiento (maldito día ese), el de tener el coraje de pensar por propia cuenta y plantearme las cosas."
(Braddha Bala)
(Fuente imagen: parejaimperfecta.com)