"'Dijo' el maestro:
En una sociedad tan tremendamente egotizada, tan tremendamente educada desde la cuna en la cultura del yo, de la personalidad, es difícil mostrar sendas de luz que conduzcan a los seres hacia un reencuentro con 'su' esencialidad como tales.
En una sociedad, donde el yo es una base intocable, prosperan pseudocosas, pseudoespiritualidades de espiritualidades, pseudoluces de luces, pseudometas de metas.
Sí, resulta bien difícil 'mostrarle' a alguien sumido, uncido, abducido por la conciencia del yo, que el camino hacia el autodescubrimiento va por otro lado, precisamente por el de 'liberarse' de esas esposas que 'lo' sujetan, de esos grilletes que 'lo' mantienen unido irrevocablemente a la lógica de la mente y del ego.
Los sabios, que en la historia 'han' habido, 'han' sido seres que 'se han' alzado por sobre esa conciencia egoica, por sobre esa ciega subjección-identificación con un yo, con una personalidad dada.
'Decía' Buda, "No 'edifiquéis' una casa para 'mí', he roto el yugo del pecado, 'me he' liberado de la esclavitud de la personalidad". Y también, "Ahí donde esté presente el yo, no existe la Verdad, y donde esté la Verdad, no estará el yo".
Esto 'dijo' el maestro."
En una sociedad tan tremendamente egotizada, tan tremendamente educada desde la cuna en la cultura del yo, de la personalidad, es difícil mostrar sendas de luz que conduzcan a los seres hacia un reencuentro con 'su' esencialidad como tales.
En una sociedad, donde el yo es una base intocable, prosperan pseudocosas, pseudoespiritualidades de espiritualidades, pseudoluces de luces, pseudometas de metas.
Sí, resulta bien difícil 'mostrarle' a alguien sumido, uncido, abducido por la conciencia del yo, que el camino hacia el autodescubrimiento va por otro lado, precisamente por el de 'liberarse' de esas esposas que 'lo' sujetan, de esos grilletes que 'lo' mantienen unido irrevocablemente a la lógica de la mente y del ego.
Los sabios, que en la historia 'han' habido, 'han' sido seres que 'se han' alzado por sobre esa conciencia egoica, por sobre esa ciega subjección-identificación con un yo, con una personalidad dada.
'Decía' Buda, "No 'edifiquéis' una casa para 'mí', he roto el yugo del pecado, 'me he' liberado de la esclavitud de la personalidad". Y también, "Ahí donde esté presente el yo, no existe la Verdad, y donde esté la Verdad, no estará el yo".
Esto 'dijo' el maestro."
(Braddha Bala)
(Fuente imagen: informaciónde.info)