"Me fijo mucho. Estoy atento. Por mirar que no quede. Persevero. Doy el alma. Me entrego en los trabajos, en mis funciones, en mi papel como humano. Doy el alma.
Sí, ando centrado, concentrado, como hay que andar.
Atiendo a donde hay que atender. Me fijo mucho, sí. Intento hacerlo lo mejor posible.
Soy una persona con sentido común. Visto bien. Mantengo el orden. Me gusta que cada cosa funcione como ha de ser y que todo esté en su preciso lugar, así, cada día. De esta forma me siento seguro, rodeado del modo o sistema que he establecido a mi alrededor.
Puedo decir que soy un triunfador, un modelo a imitar. Respondo a la consigna, a lo que se pide de mí; respondo aceptablemente a la consigna, al patrón establecido.
Tomo siempre el mismo tren. Podría ir en coche al trabajo, pero es por comodidad; más tranquilo así.
En la empresa me saludan con un gesto de cabeza, todos serios, formales, como hay que ser.
A veces me encuentro con gente rara en el tren, con gente anormal, que ni viste bien, ni anda centrada, concentrada, y que se distrae mirando por las ventanillas, así todo el rato. Son unos desubicados, unos sin futuro. No miran donde hay que mirar, no están concentrados."
(Braddha Bala)
(Fuente imagen: Jean-Batiste Mondino)