"El lugar en el que habitaba el maestro era muy simple. En él destacaba sobre todo algo que tenía colocado en la pared. Eran las reproducciones a color representativas de los chakras. En su caso eran ocho.
Estaban colocadas estas imágenes en vertical, una sobre la otra, e iban desde casi el suelo hasta casi tocar el techo.
Me explicó el significado de los distintos chakras y la relación que existía entre los seres humanos y cada uno de ellos.
Me dijo que los chakras reflejaban planos de conciencia y que el camino del ser humano iba, invariablemente, de abajo arriba, desde el chakra inferior, situado a la altura del perineo, hasta el chakra más elevado, que se alzaba por encima de la coronilla de la cabeza.
Me dijo:
"La mayor parte de seres se mueve, vive y se desarrolla solamente en el primer chakra o plano de conciencia, en ese chakra inferior. Ahí vive instalada, sin salir de sus límites durante toda la vida. Sus pensamientos son los del mundo y su conciencia está muy aferrada a un yo.
La mayoría de seres vive ahí, sí, en ese plano, y solo pocos consiguen alzarse de ese nivel primario y alcanzar el segundo plano de conciencia o chakra o el tercer plano de conciencia, situado en el plexo solar.
Difícilmente los seres, más o menos corrientes, van más allá de ahí, de ese tercer chakra. Su vida transcurre entre esos tres planos, nada más. Ahí viven y mueren, ausentes en buena medida a sí mismos y a la verdadera realidad del existir.
Sin embargo, amigo, el sino de la vida y de los seres humanos no es quedarse ciertamente ahí, en esos tres planos inferiores, sino ir ascendiendo en el nivel de conciencia y realización y, por lo tanto, ir subiendo de un chakra a otro hasta alcanzar la realización divina, que se halla en el último chakra, en el más elevado, el de la coronilla.
Un ser que alcanza ese plano de conciencia, es un ser realizado, aquí y ahora, sin misterios ni oscuridades en su existencia.
Ya lo sabes, muchacho, el fin de la vida es ascender por esta especie de escalera hasta la realización última. No pierdas el tiempo en banalidades."
Esto dijo el maestro, entre otras cosas."
(Braddha Bala)
(Fuente imágenes: parbiomagneticoimanes.worpress.com, yogaterapia.es, yogateca.com)