"La causa de las guerras, de las naciones, de las separaciones, de los desamores, de las injusticias, de las insatisfacciones...
El culto de la personalidad, tan asentado socialmente, tan firme en su reinado, sobrevive sobre desastres y holocaustos, feliz en su trono que vuelve loca a toda una humanidad.
Dice: "Miren a otro lado. El problema está allá. La culpa es del otro que quiere quitarte lo tuyo. El enemigo es el distinto. Aquel país es el enemigo, es diferente...".
Qué fácil es mirar a otro lado para no ver que la causa de los problemas, de las insatisfacciones, del sufrimiento, está asentada dentro de cada ser, bendecida por los mismos estados y por las asentadas religiones.
Mirad, siete mil millones de templos andantes, templos que no son conscientes de que cargan con un bomba de relojería activada en ellos, algo que les impedirá ser verdaderamente conscientes de sí mismos, de lo que en verdad son, algo que les impedirá lograr la meta de la vida que es liberarse de esclavitudes para recobrar la libertad que conduce al sano despertar. Aquí y ahora, en esta Tierra.
Qué gran autolimpieza ha de hacer el individuo en sí mismo. Mientras no se libere del culto de la personalidad, de ese apego a una personalidad, de esa atadura a un "yo", no podrá conocerse realmente."
(Braddha Bala)
(Fuente imagen: mcantu4.see.me/exposure2015 See Me FB)