"Lo mejor de mí se me escapa a cada instante. No lo sé ver, ni entender, pero es lo más precioso, lo que no debería nunca dejar volar, irse.
Lo más precioso de mi esencia se marcha, me huye, me deja de lado, tal como se abandona un barco en pleno proceso de naufragio.
Nadie o muy pocos parecen entender esto. ¡Tan ciegos estamos! Bregamos por lo exterior en una realidad inventada mientras que la auténtica realidad se nos va desvaneciendo cada día un poco más de entre los dedos, tal como si fuéramos perdiendo puntos en nuestra conexión interna con aquello que nos da vida, ilusión y nos permite soñar con otros alcances.
No quiero verme entre la masa gris de la impotencia, entre la gente que marmulla banalidades y que hace de éstas el leitmotiv de sus vidas. No.
Soy consciente de que algo me huye cada día, de que algo se me escapa, una oportunidad, algo, no sé.
Sí, cada vez soy más consciente de esto, de este ir desapareciendo oportunidades a mi alrededor, tiempos que ya no recobras, piernas firmes que cada vez sustentan menos, mente controlada y conectada.
Sí, cada vez soy más consciente de que pierdo lo mejor de mí sin saber, aunque actúe como el que no se entera o prefiere no enterarse."
(Braddha Bala)
(Fuente imagen: Paxton Maroney. See Me FB)