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"Se hace difícil explicarlo.
ES invisible.
No LO ves -aparentemente-, pero ESTÁ ahí, llenando el Cosmos, llenando el aire, la vida, con cada pieza puesta en su perfecto lugar y en su perfecto momento.
ESTÁ ahí, sí, trasluciendo un tonillo dulce que pierdes y que reencuentras y que vuelves a perder y a reencontrar, a modo de pez escurridizo que se intenta atrapar con las solas manos o como una mariposa exótica a la que persigues y persigues y que, cuando dejas de hacerlo, viene ella sola a posarse sobre tu dedo índice.
ES invisible.
No LO ves -aparentemente-, pero ESTÁ ahí, llenando el Cosmos, llenando el aire, la vida, con cada pieza puesta en su perfecto lugar y en su perfecto momento.
ESTÁ ahí, sí, trasluciendo un tonillo dulce que pierdes y que reencuentras y que vuelves a perder y a reencontrar, a modo de pez escurridizo que se intenta atrapar con las solas manos o como una mariposa exótica a la que persigues y persigues y que, cuando dejas de hacerlo, viene ella sola a posarse sobre tu dedo índice.
Cómo explicarlo, amigos, cómo deciros que cuando poseéis ESO, ESO invisible, todas las puertas se abren y os encontráis asimismo colmados en todas partes, en cualquier lugar en el que os halléis.
Es extraño, sí, las cosas bellas y verdaderas resultan ser extrañas en un mundo (por la educación recibida) tan previsible e instalado en lo somero.
Sí, ESTÁ ahí, en las manos, simplemente, o rodeándote, o insuflándote poemas a los oídos, o besos de sol por la mañana en una altura del Himalaya, o en una simpática y plena sonrisa o mirada de alguien que no conoces, o en el perfume del bosque llenándote el pecho, el alma... Sí, ESTÁ ahí, en tantas cosas, en todo, cuando estás realmente vivo y despierto por dentro."
(Braddha Bala)
(Fuente imagen: imagui.com)