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lunes, 7 de abril de 2014

El entrenamiento de la atención plena - Ramiro Calle

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En Occidente tenemos una compulsiva tendencia a deformarlo todo, falsearlo, desvirtuarlo, insustancializarlo y desdibujarlo. Más aún con respecto a las genuinas enseñanzas espirituales que nos han llegado de Oriente. ¿Por qué llamamos, por ejemplo, yoga a lo que no es yoga, sino puro culturismo o atletismo? ¿Por qué tendemos a crear neoyogas, neotantras y neovedantas que nada tienen que ver con los verdaderos yoga, tantra y vedanta? ¿Por qué adulteramos tan alegremente los más venerables sistemas espirituales de Oriente, traicionándolos en base a falaces pretextos de que los estamos adaptando, como si, por ejemplo, hubiera que adaptar el juego del ajedrez al occidental?  Es la fea y compulsiva tendencia a "descafeinar" todo lo espiritual venido del antiguo Oriente, a ponerlo al servicio no del desarrollo interior y la liberación de la mente, sino de conseguir más rentabilidad en el negocio, desestresarse o tener un cuerpo más esbelto. Claro que es bueno poder combatir el estrés y mitigar la ansiedad, pero si dejamos todas estas psicologías de la autorrealización en solo eso, estamos desaprovechando neciamente lo mejor de las mismas y las estamos convirtiendo en meros placebos o analgésicos espirituales. Y luego ese estrecho enfoque y ridículo snobismo por utilizar vocablos extranjeros para lo que hay términos castellanos igualmente válidos o más. ¿A qué viene la utilización del término mindfulness pudiendo utilizar el de Atención o atención consciente? ¿Simplemente porque en inglés se utiliza ese término? ¿O porque en esa supina idiotez cientifista por despojarlo todo de un sentido que pueda tener un tinte místico, es mejor utilizar este vocablo para denominar a unas técnicas que se desgajan de la verdadera Enseñanza, se insustancializan y rebajan,  se ponen al servicio solo de contrarrestar el estrés o conseguir un poco más de estabilidad mental o rendir más en la empresa?. Y encima muchos de los que promueven el midfulness no tienen ni idea de dónde procede este método o intencionadamente lo ocultan o no quieren verlo o tanto quieren "cientificarlo" que prefieren ignorar su paternidad y que no se asocie con el yoga o con Buda o los ancestrales y originales métodos de meditación.

Minfulness es, con su paticular toque de insustalización y degradación, una técnica basada en la meditación Vipassana, mostrada por el Buda, y en el Satipatthana o Sermón de la Atención, que nos ofrece valiosas claves y procedimientos para poder establecer la atención mental pura tanto durante la práctica de la meditación como en la vida cotidiana. Vipassana es un tipo especial de visión y el término pertenece a la lengua pali, un derivado del sánscrito, que hablaba Buda. La meditación budista vipassana es la que trata de desarrollar ese singular tipo de visión penetrativa que es capaz de percibir más allá de las apariencias y penetrar en la médula misma de las cosas, descubriendo así la realidad que escapa a la percepción y cognición ordinarias. La atención pura (que es aquella que no juzga ni prejuzga y se limita a captar el hecho tal cual es)  es un destacado factor de autodesarrollo y liberación mental. Nos permite ver lo que es y no lo que queremos o tememos ver o nos han dicho que hay que ver. Se limita a percibir el hecho escueto sin reacciones, creencias o conceptos. Mediante la meditación vipassana, y sus numerosas técnicas, la persona va entrenando metódicamente la atención mental y consiguiendo esa visión justa y cabal que va cambiando su psicología y actualizando los potenciales de su mente.  Como indico en mi obra "Enseñanzas de Meditación Vipassana", para el cultivo metódico de la atención se utiliza la aplicación de la misma a los procesos corporales y a los mentales, y más allá de la meditación sentada, se trata de mantener la mente más atenta en las actividades de la vida diaria. Vipassana es ver sin reaccionar, sin tanto extraviarse en reacciones de apego y odio, pudiendo así obtener un enfoque penetrativo, claro y ecuánime, que vela tanto por el bienestar mental y emocional como por el físico. Todo ello es de enorme efectividad para modificar los viejos y dolientes modelos de conducta mental y liberar la mente de la ofuscación, la avidez y el odio. Su alcance, pues, es infinitamente mayor y más esencial que el propuesto por los "mindfulnistas". Pero como siempre, otro signo de Ocidente, lo melifluo, lo "descafeinado", los analgésicos espirituales y las falsas promesas de atajos para llegar al cielo, venden más que las genuinas técnicas de autorrealización que no se contentan con quitarnos un bloqueo en la espalda o procurarnos un poco de relax, sino en liberarnos de muchos condicionamientos y hacernos realmente libres.       



(Ramiro Calle)
(Fuente: www.verdemente.com)