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lunes, 17 de marzo de 2014

El viaje de la vida

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"No te estoy diciendo que no ames: de hecho, solo es capaz de amar la persona que es capaz de estar sola. Las personas aisladas no pueden amar. Necesitan tantas cosas que son dependientes; ¿cómo van a amar? Las personas aisladas no pueden amar; solo pueden explotar. Las personas aisladas fingen amar; en lo más profundo quieren conseguir amor. No lo pueden ofrecer; no tienen nada que ofrecer. Solo aquella persona que sabe cómo estar sola y feliz está tan llena de amor que puede compartirlo. Lo puede compartir con personas desconocidas.
Y recuerda que todos somos unos desconocidos. Tu marido, tu mujer, tus hijos; todos somos unos desconocidos. ¡No olvides nunca esto! No conoces a tu marido, no conoces a tu mujer: ni siquiera conoces a tu hijo; el hijo que has llevado en tu vientre durante nueve meses es un desconocido.
Toda esta vida es una tierra extraña; venimos de algún origen desconocido. De repente nos encontramos aquí, y un día, de repente, te vas, de vuelta al origen. Este viaje dura solo unos cuantos días; haz que sea lo más agradable posible. Sin embargo, hacemos lo contrario, lo hacemos lo más desgraciado posible. Ponemos todas nuestras energías en hacerlo cada vez más desgraciado."


(Osho)