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"A veces no sé por qué te cuento estas cosas. Te veo distante, apartado, como en otro mundo, como en otra realidad.
A veces, simplemente, me quedo quieto, mirando alrededor, y me digo que, a pesar de ser todo tan simple, tan claro, tan sencillo, el aletargamiento o estado hipnótico es tal, que difícilmente vas a entender determinadas cosas.
¡Es tan fácil tirar del carro! La carreta está ahí, el conductor también, la carretera por delante y tú tienes puestos todos los arreos que requiere un equino de tiro, con brida metálica entre los belfos para dirigirte.
No sé qué hacer, francamente. Cómo sacarte de ahí, como liberarte de tal ficción, de tal estado prisionero. No sé como. ¿Quizá acudiendo en la noche, cuando las correas no te sujetan, cuando el carro está aparcado y el amo duerme?... Realmente no sé qué hacer.
Miro por la ventana y me veo rodeado por una inmensa trampa, por una realidad ficticia, por algo que en el fondo no es, mientras que, a la vez, todo alrededor, está latiendo, con la luz de la esperanza, algo vivo y lindo, algo que está fuera de esta especie de hipnosis colectiva que, al parecer, impide ver y comprender cosas bien elementales."
(Braddha Bala)
(Fuente imagen: Coskun Cokbulan FB)