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jueves, 1 de agosto de 2013

Jamás 'mi' obediencia

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"'He' perdido-ganado los años de la vida buscando el sentido último de la existencia.
No 'he' cejado en la misión. 'He' bebido en la fuente de intemporales compañeros de ruta: Siddharta, Krishna, Jesús de Nazaret, Lao Tsé, Sri Shánkara...
Los 'amo'. Los 'he' estrechado en un hondo abrazo y ellos 'han' sonreído. Al final, no hay diferencias entre buscadores, solo sonrisas calladas y complacencia interior, complacencia de saber que se hizo todo lo posible, todo lo que la humana capacidad podía dar de sí.
Los 'amo', los 'amo' profundamente, amigos, colegas...

Puede que 'te' 'llamen' despectivamente místico, raro, loco, tonto, gilipollas, perdedor, pero... cuando 'te' 'restriegas' las manos y las 'miras', están colmadas de polvo aurífero y, aunque lo 'intentes', aunque 'procures' eliminarlo, el oro continúa ahí, de forma permanente, pese a quien pese, al que 'te' 'trate' como una nada o al que 'procure' 'arrancarte' el alma en 'su' incapacidad para actuar de otro modo.

En realidad, todo esto son rabietas mundanas. Todo el mundo 'sabe' en el fondo de 'su' alma lo que 'ha' de hacer, pero 'opta' sin embargo -mayoritariamente- por el camino de apariencia más cómoda, por el que representa dar menos quebraderos de cabeza.

El Sabio 'sonríe': "'Podréis' torturar 'mi' cuerpo. 'Podréis' incluso llegar a 'matarme'... Pero así... solo 'obtendréis' 'mi' cuerpo muerto. Jamás 'mi' asentimiento, jamás 'mi' obediencia"."



(Braddha Bala)
(Fuente imagen: Tomás Mayral. fotocommunity.es)