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"'Quiero' ser considerado, amable, y buscar la verdad hasta sus últimas consecuencias.
'Pienso' que la noche no es buena compañera cuando de avanzar por la vida se trata.
'Pienso' que es difícil ir lejos con un fardo de ignorancia en la mochila, y 'pienso' que el mejor compañero de ruta es la paz del corazón.
Quizá 'sea' un individuo extraño, atípico y la gente 'se' 'aparte' de 'mi' senda nada más 'distinguirme' a lo lejos.
'Causo' miedo, y no 'sé' porqué. Un miedo ajeno a la razón, de ese que se agarra a los huesos, de ese que hace temblar y poner la piel de gallina.
Antes también 'me' sucedía esto. 'Hacía' lo que prácticamente todos y 'huía' de los caminos solitarios o de la posibilidad de lo distinto o de las palabras que 'me' invitaban a interiorizar. Así 'me' 'educaron', y 'me' 'juraron' y 'me' 'perjuraron' que no existía vida real fuera del redil.
'Mentían'. 'Mentían'. 'Mentían'. 'MENTÍAN'. Ahora lo 'sé'. Lo 'sé' con toda el alma, con toda la luz que 'me' aflora desde el corazón.
¿'Quedarse' solo? ¿Andar solitariamente por los caminos?... Nunca 'había' conocido una soledad más acompañada, más plena y rica. De veras."
(Braddha Bala)
(Fuente imagen: Equilibrio Yoga FB)