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miércoles, 17 de julio de 2013

Huir de mí

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"Trato de hacer esto. Lo procuro con ahínco. Que por intentarlo no quede.
Trato de huir de mí. Y procuro hacerlo a diario, con ansia, con renovado esfuerzo, como el que pica carbón en el fondo de una mina y le va la vida en ello.

Soy tenaz. Me gusta dar coces contra el aguijón, sentir la decepción en la cara, en la vida, en el alma. Soy así, irremediablemente absurda.

A veces, intento sacar la cabeza del pozo y me da un ramalazo de miedo, porque fuera del pozo todo resulta desconocido, nuevo, y lo nuevo asusta, lo desconocido produce pavor.

Por ello, y porque me conozco, me evadiré como siempre. Pagaré por un remedo, por una imitación de libertad o de luz, y me diré "Qué feliz soy", mientras confundo sonrisas bocales con verdadera felicidad, esa que viene de dentro y que también da pánico, como todo lo auténtico.

Irremediamente, me he transformado en eso, en una huidora de lo auténtico y, por lo mismo, en una guardiana de este sistema de cosas, con chapa de sheriff y todo en la pechera; guardiana para que nadie busque, para que nadie pretenda, para que nadie asome un pelo fuera del pozo.

Así, al menos, todo parece estar bajo control en esta noche, en esta sombra."



(Braddha Bala)
(Fuente imagen: Juan Carlos Gómez Guijarro FB)