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miércoles, 10 de julio de 2013

El discípulo y su gurú

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EL DISCÍPULO Y SU GURÚ

El narrador:
El sabio versado en los Vedas, puro, libre de deseo, perfecto conocedor de Brahman, que 'vive' sumergido en Brahman, con la mente pacificada como el fuego que ha consumido el combustible, 'es 'un océano de misericordia para 'los' que 'le' 'conocen'. Los hombres buenos 'se' 'postran' ante 'él'.

Animado por un sentimiento de veneración, el discípulo 'se' 'acerca' al Maestro, 'se' 'inclina' ante 'sus' pies, 'le' 'ofrece' humildemente 'sus' servicios y 'le' 'pide' que 'le' 'explique' todo lo que puede ser conocido acerca del Atman (del Ser Interior, del alma).

El discípulo:
'Tú' 'eres' el Maestro y amigo de todos los que
'buscan' la verdad.
Ante 'ti' 'me' 'postro'. A 'tu' compasión 'apelo'. 
'He' 'caído' en el mar de este mundo.
'Dirige' hacia 'mí' 'tu' mirada y 'haz' que participe en la gracia suprema.

'Estoy' ardiendo en la hoguera
de los bosques del mundo. 
Los vientos del mal 'me' sacuden y arrastran.
'Tengo' miedo y en 'ti' 'me' 'refugio'.
'Sálvame' de la muerte. No 'conozco' otro amigo.

Hay por fortuna buenos seres, magnánimos,
que igual que la primavera 'esparcen' un benéfico bálsamo.
Ellos 'han' franqueado el temible océano del mundo
y 'ayudan' generosamente a los que 'quieren' cruzarlo.

Es natural en los seres compasivos 
ayudar a mitigar el sufrimiento de los otros. 
Sin que nadie 'se' 'lo' 'pida', la luna refresca cada noche 
la tierra reseca por los rayos del sol.

¡Oh, Señor, 'rocíame' con las palabras de 'tus' labios,
dulcificadas por la experiencia de 
la Felicidad de Brahman!
'Tus' palabras puras y pacificadoras son como agua de un manantial,
que cae dulcemente en 'mis' oídos.
¡Oh, señor! 'Me' 'consumo' como un bosque incendiado.
'Ayúdame' a calmar 'mi' atormentado corazón.
Felices aquellos que 'caminan' junto a 'ti'.
Aquellos que 'tú' 'has' aceptado y 
forman parte de 'ti mismo'.

¿Cómo puede ser cruzado el océano del mundo?
¿Cuál será 'mi' destino? ¿Qué camino 'he' de tomar?
¡Oh, Señor, 'sálvame'! 'Enséñame' con detalle 
cómo poner fin a las miserias de la existencia.

El narrador:
Cuando el discípulo 'se' 'hubo' expresado así, torturado por las llamas de los bosques del mundo, el gran ser 'le' 'miró' con inmensa ternura, dispuesto a desterrar de 'su' corazón todo sentimiento de temor.

Porque todo aquél que ávido de libertad 'solicita' protección, todo aquel que 'vive' conforme a lo que 'dice' la Escritura (Vedas, libros sabios), todo aquel cuya mente está ya pacificada, 'encuentra' siempre al misericordioso sabio presto a 'enseñarle' la Verdad.



(Sri Shánkara, Viveka Churamoni)
(Colaboración de Harichaitanya Acharya en http://vedashastram.blogspot.com.es/)
(Fuente: Yoga India FB)