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lunes, 15 de abril de 2013

La verdad desnuda y la verdad disfrazada

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“Los discípulos de un maestro, famoso por ser erudito y fino, 'le' preguntaron por qué 'acostumbraba' a esclarecer la Verdad contando una historia.
Él 'respondió': 

–Todo esto 'puedo' explicarlo contando una parábola sobre la propia Parábola.
“Un día, la Verdad andaba visitando a los hombres sin ropa y sin adornos, tan desnuda como su nombre. Y todos los que la veían, le daban la espalda, de miedo o de vergüenza y nadie le daba la bienvenida. Así la Verdad recorría los confines de la Tierra, despreciada y apartada.
Una tarde, muy desconsolada y triste, la Verdad encontró la Parábola, que paseaba alegremente, con una ropa muy bella y colorida.
- Verdad, ¿por qué estás tan abatida? -le preguntó la Parábola.
- Porque soy tan vieja y fea que los hombres me evitan -replicó la Verdad.
- ¡Qué disparate! -dijo la Parábola, riendo. No es por eso que los hombres te evitan. Toma, ponte una de mis ropas y fíjate lo qué pasa…
Entonces, la Verdad se puso una de las lindas prendas de la Parábola. Y, de repente, ¡en todos los lugares por donde pasaba, era bienvenida!
El maestro 'sonrió' y 'concluyó':
-Pues la verdad es que a los hombres no 'les' gusta encarar a la Verdad desnuda… Ellos 'prefieren' disfrazarla.”



(Fuente: Shamballa FB)