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"Las palabras que encierran la verdad (lo auténtico) nunca suenan bien ( a las mentes mundanas).
Las palabra que suena bien (a las mentes mundanas) no expresan la verdad (lo auténtico).
Un hombre bueno (sabio) no arguye;
El que arguye no es un buen hombre (sabio).
El sabio no conoce muchas cosas (superficiales, intrascendentes);
El que conoce muchas cosas (superficiales, intrascendentes) no es sabio.
El Sabio no aumula (para sí),
Vive para otras gentes,
Y vive en la abundancia (plenitud espiritual),
El Tao del Cielo
Bendice, pero no daña.
El Camino del Sabio
Logra, pero no disputa (en el plano mundano)."
(Lao Tsé, Tao Te King, LXXXI)
