“El
corazón es el Tao y el Tao es el corazón. Si el Tao se separa de ‘tu’ corazón,
‘tu’ alma transmigrará a través de los Seis Reinos (de superior a inferior: las
deidades, los humanos, los animales, los “ausuras” [demonios guerreros], los
espíritus hambrientos y los moradores del infierno). Será atrapada por la
codicia, la cólera y el deseo sexual. Si el corazón está unido al Tao, ‘serás’
liberado de la rueda del samsara (la red-trampa de este mundo, pero también:
vía o instrumento para el despertar a sí mismo) y ascendido al reino de la inmortalidad
(de los nacidos a sí mismos). A menos que resida en ‘ti’ la Vía del Cielo (el
despertar a la Luz), por muchos libros sagrados que ‘leas’, no ‘alcanzarás’ el
Tao (Energía Universal, Suprema Unidad, Verdad, Sat-Chit-Ananda, Brahman,
‘Dios’…).
(Li
Ying-Chang, Tratado de Lao Tsé sobre la respuesta del Tao)