"Jesús
(de Nazaret) 'se' fue al monte de los Olivos.
'Solía'
'irse' a la montaña cuando 'sentía' que 'su' consciencia estaba
manchándose de polvo, 'su' espejo se cubría de polvo. 'Se' iba a las
montañas para limpiar 'su' ser, 'su' consciencia. Es igual que cuando 'tú'
'te' bañas y después 'sientes' 'tu' cuerpo fresco, joven.
La
meditación es como un baño interior. Es un deber estar a solas
durante algunos momentos cada día; de lo contrario 'acumularás' mucho
polvo y, debido a ese polvo, 'tu' espejo no reflejará, o no lo hará
correctamente. Puede que distorsione las cosas.”
(Osho)