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"Siempre es más fácil de aceptar una mentira o una colección de ellas, que se ha estado asumiendo toda la vida (desde la escuela, en la familia...), que aceptar una verdad demostrable pero que resulta del todo novedosa a los oídos.
Siempre es más fácil rechazar lo nuevo, aunque sea cierto, que dejar a un lado todo lo aprendido y que se sustenta en meros criterios sin sentido.
Así sucedió cuando se consideraba que la Tierra era plana, siendo ajusticiados los que sostenían que no lo era, o con Copérnico, que expuso -tras serios estudios- que la Tierra no era el centro del Universo, sino un planeta más dando vueltas alrededor de una estrella llamada Sol. Si no se llega a retractar oficialmente, lo hubieran quemado en la hoguera. Y también sucedió algo así con Charles Darwin, al decir que el ser humano y que todo en este mundo, es producto de la mera evolución y selección natural. Darwin mismo fue censor de su propios estudios porque conocía el nivel en el que se mueve la sociedad y tuvieron que transcurrir más de veinticinco años antes de decidirse a publicar "El origen de las especies". Aún hoy día, en muchos centros escolares, la teoría de Darwin es completamente rechazada (aunque son millones de millones las evidencias) y se sigue adoctrinando a simples mentes infantiles con cuentos y leyendas sin ninguna base."
(Braddha Bala)