"'Tú' 'discutes' cada día. 'Recuerda', con quienquiera que 'discutas', 'estás' discutiendo con 'Dios', porque no existe nada más. 'Tu' vida es una pelea continua. Y todas esas disputas van acumulándose; envenando 'tu' sistema, 'tu' ser. Y de pronto un día 'quieres' rezar, pero la oración se ve falsa en 'tus' labios. No 'te' surge, no 'te' cuadra. No es posible rezar de repente; 'tienes' que 'prepararte' para ello."
(Osho)