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martes, 13 de septiembre de 2011

"'Quita' la erudición, y las vejaciones terminarán.
Entre "¡Ah!" y "¡Oh!" ¿cuánta es la diferencia?
Lo que los hombres 'temen', debe por cierto temerse;
pero, ¡ay, la aurora aún se encuentra distante (del despertar)!


El pueblo del mundo gusta de la alegría,
ya sea cuando 'hace' sus ofrendas del sacrificio,
o cuando 'prepara' los jardines de la terraza en primavera;
'yo', estando solo, 'soy' suave, como un desocupado,
como un niño recién nacido que aún no puede sonreír;
sin vínculos, como una persona sin hogar.


El pueblo de la tierra 'tiene' suficiente y para ahorrar,
pero 'yo' soy uno a quien 'han' dejado afuera;
'mi' corazón debe ser el de un tonto,
turbio y nebuloso.


Los vulgares 'tienen' conocimiento, 'son' luminosos;
'yo' solo 'soy' torpe, confuso.
Los vulgares 'son' astutos, confiados en 'sí mismos';
'yo' 'estoy' solo, deprimido,
paciente como el mar,
a la deriva, en apariencia sin objetivo.


El pueblo de la tierra 'tiene' siempre un propósito;
'yo' solo 'parezco' porfiado y rudo.
'Yo' solo 'difiero' del resto del pueblo
y 'valoro' el tomar el sustento de la madre (Energía Cósmica, Poder Universal,
Verdad, Unidad Suprema, 'Dios').
(Lao Tse, Tao Te King, XX)