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"Ahí estaba él, cansado, con polvo de siglos a sus espaldas, con heridas abiertas en las que ese mismo polvo y las moscas hacían de las suyas.
A pesar de todo sonreía; una sonrisa leve, pero plena.
"Es gracioso", se decía el guerrero, "resulta gracioso." Y oscilaba la cabeza.
"Es un lugar de paz el que se encuentra tras la batalla... Los actores son los mismos... El aire parece similar al de otras horas... La gente... Y sin embargo, con la lucha... alguna cosa se ha modificado... algún tipo de dimensión..."
El guerrero ya no es el mismo de antes. Así crecen los guerreros. Parecen exactamente los mismos ante sus congéneres tras unas curas y un buen aseo, pero el mundo ha variado para ellos. Miradlos de lejos porque ya no los podréis ver de cerca, porque ya se mueven en otra esfera.
Así crecen los guerreros, sí. Así se hacen dioses, en la pura batalla."
(Braddha Bala)