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"Que no, que no... que aquí me paro... que os den con queso... Y con respecto a ti, a ti... ¡Maldita sea! ¿Con qué te alimentas? ¿Con cables de plomo?, ¿con chupitos de mercurio?... Que no, que no... Que me bajo, leñe. Que os den... Vuelta y vuelta o bien doraditos o quemaditos. No se puede seguir así. La memez gobernando el mundo. La memez cómodamente instalada en un sillón y riéndose del personal.
Mira qué tontos -dice-. Aprietas un botón y ríen; y aprietas este otro y se levantan y van al váter. Jolín, qué risa. Qué bien funciona la cosa. Les das un poco de pienso... y lo bien que lo hacen; y ellos solos, ellos solos se cuidan a su vez de mantener a raya a sus congéneres para que hagan lo mismo, para que ninguno ponga objeciones, para que ninguno se desmande, ni por asomo.
Qué feliz. Qué bien. Por fin. El mundo es como debe ser.
Y a ti, pobre loca rebelde... Ya sabes... al cuartito acolchado, a darte de cabezazos... silenciosos."
(Braddha Bala)