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jueves, 28 de julio de 2011

Maestro, discípulo, amigo

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"A no ser que 'estés' en contacto con alguien que ha llegado es casi imposible que 'crezcas'. Los obstáculos son millones, los peligros muchos; muchas son las puertas falsas, muchas las tentaciones. Con toda probabilidad 'te' vas a extraviar. A no ser que 'estés' en compañía de alguien que conoce el camino, que ha viajado por el camino, que ha llegado; es casi imposible que 'alcances' la meta. A no ser que 'tus' manos estén en las manos de alguien en quien 'confías', al que 'te' puedas entregar, 'acabarás' extraviándote. La mente crea tantas tentaciones... y son tan seductoras, su poder es tan magnético, que a no ser que 'estés' en el campo de energía de alguien cuyo magnetismo es más poderoso que cualquier tipo de tentación, es imposible alcanzar la meta. Ése es el porqué de hacerse discípulo.
"Buddham sharanam gachchhami": 'me' postro a los pies del maestro.
El maestro es una fuerza magnética tal, que el 'entregarte' a él se convierte en 'tu' protección; por eso se le llama cobijo. Entonces 'estás' seguro, entonces 'estás' bajo custodia, entonces 'estás' protegido. Entonces 'tu' mano está en manos que saben dónde 'llevarte', qué dirección 'indicarte'...
(Osho)