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"Estaba escrito: "Homo homini lupus est". El guerrero leía esta frase y traducía "El hombre es un lobo para el hombre". Reflexionaba de esa manera suya, sin mente, sin pensamientos, intuitivo, y esbozaba una sonrisa. Era ya tarde, muy tarde. Nadie le esperaba.
Se dijo: El camino del héroe pasa por aquí, por esta encrucijada. Ser o no ser. Seguir la corriente de la selva, caer en esa frenética lucha, o simplemente fluir, sin ideas, sin compromisos, sin ataduras, como una nube del todo variable, apareciente y desapareciente, sólo cosmos en su esencia.
El guerrero amplió su sonrisa. Miró atrás; atrás no quedaba nada, sólo revuelo, polvo elevándose sobre la ruta. Se dijo: Y ahora qué. Cuál es el paso que sigue. Por dónde. Para qué.
Con levedad, una nota amable del aire vino y susurró en su cara, en su curtida faz independiente.
Es así -le confirmó el aire-. El camino del héroe pasa necesariamente por este sitio, por esta altura. Es el único rumbo de vuelta al Hogar."
(Braddha Bala)