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"El tener a un sabio (Buda, Jesús, Sócrates, Lao Tsé,...) por maestro es sólo para muy pocas almas sensibles, porque los mediocres siguen al santo (al que establece el consenso popular como tal). Solamente muy poca, poquísima gente inteligente, se sintoniza con el sabio, porque el sabio no tiene carácter (no está sometido a la lógica humana) y no puede satisfacer ninguna de 'tus' esperanzas. El sabio 'te' va a ofender, 'te' va a defraudar, 'te' va a agitar y 'te' va a hacer pedazos de muchas maneras.
Poco a poco, 'te' hará tan libre como lo es 'él'."
(Osho)