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viernes, 24 de junio de 2011

Simple

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"El agua corre con una delicada premura y a momentos juguetea con alguna hoja entorpecida, estableciendo como un lindo diálogo entre colegas.
El silbido del aire no es tal y los zumbidos de los insectos sí son patentes.
Aquí y allá, hay variadas flores que se levantan a capricho sobre la hierba aromosa.
El paisaje es amplio y hacia ese lateral, el arroyo comienza a precipitarse en pequeños saltos que derivan en otros mayores y en pausas en llanadas hasta caer en una verdadera ducha de cinco metros de altura; este sonido sí que colorea el aire y le transmite una especie de tímida humedad en forma de gotitas invisibles que invisiblemente a su vez se depositan sobres las flores, sobre las tiras de hierba y sobre el verde oscuro de las acículas de pino negro.
Simple, dijo una vez el maestro. Este es el camino: cuando todo lo demás sobra y la verdadera riqueza es estar ahí, vacío del mundo, pero pleno de infinitas y valiosas joyas.
No es fácil, dijo también  el maestro, llegar a este lugar, a esta posición; aparece sin más, como sin darse cuenta el involucrado; fueron necesarios, no obstante, mil caminos, decenas de sendas tortuosas, pasos estrechos y verdadera incertidumbre, e incontables heridas por añadidura.
Es bello estar tumbado sin objetivo sobre la hierba que acoge y tener por encima un sol pleno que masajea los sentidos y restablece las energías, y que da reiterados besitos, cuidando, acunando, y que habla también, que dice cosas que resultarían bastante ajenas para el común de los mortales."



(Braddha Bala)