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domingo, 8 de mayo de 2011

Huir de uno mismo

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"El engaño es tan aparente, dijo el maestro. Tiene vistosas piernas y luce grandes alardes; también lisonjea al oído y acaricia con una zapatilla almohadillada las mejillas. Todo eso hace.

Cuando lo presentan, irrita de nervios para poseerlo y se producen grandes colas en las tiendas. Si no fuera así, si el engaño se mostrase como es en realidad, no habría colas, negocio y las tiendas de engaños criarían polvo.

Es tan aparente, muchacho, que solo muy pocos llegan a reconocerlo como tal y no caen en sus redes. Otros caen, por supuesto, y luego se dan cuenta del dolor, del fraude, y, a pesar de ello, caen una vez más y otra, cien veces, mil, millares.

Todo esto no importa. 

El camino de la verdad, en cambio, es bien solitario, nada aparente, desaconsejado incluso, doloroso a la vista en principio. Esto son máscaras que lo camuflan de los intrusos, de los expoliadores, de los comerciantes del fraude. Si andas por él, te llenarás de gozo y comprenderás que aquí los números, las masas, los grandes aportes económicos, no son necesarios, solo una voluntad firme de no esconderse de uno mismo, de no huir de uno mismo."



(Braddha Bala)
(Fuente imagen: Internet)