"Palmaditas en la espalda, el nene 'gago, gago'. La mamá prepara la papilla y el nene 'gago, gago'. La mamá le pone el baby y él 'gago, gago'. Papilla para el nene, avioncitos imaginarios; abre la boquita, abre la boquita... El nene 'gago, gago'.
Ayer a la tarde el bello sueño se truncó y no había niño ni madre, sino una soledad espesa, imposible de franquear. Entró miedo. Para qué engañar, entró verdadero pánico, pánico por estar solo, por no poder asirse a nada coherente. El mundo se deshacía en espasmos de niebla y el buscador únicamente miraba y miraba. ¿No hay nada?, preguntó. Y la respuesta fue un silencio infinito. ¿No hay nada? ¿Nada?... Entonces, como un murmullo sin voz, apareció una sonrisa en el aire y un "No estás solo. Nunca lo estarás" que atravesó el cuerpo y la vida del buscador. No. Nunca. Nunca cuando 'buscas' 'estás' solo. Buscando 'te' llenas. Caminando sinceramente, es como se encuentra."
(Braddha Bala)