"Turbia, turbia, turbia... la cabeza se mece en el columpio de la vida; empujada, jaleada. Turbia, turbia, turbia.
Por la mañana temprano el día calla, el silencio es extremo y un Sol de niebla remonta hacia el cielo.
¿Has bebido? ¿Has tomado algo? Estás tonto, raro, ¿qué te pasa?
El guerrero esta turbio, alienado, con el cuerpo sin control; nada a un lado, nada al otro y los empujadores del columpio se van sucediendo. ¿Estás raro? ¿Qué te pasa? ¿Has caído?
Y el guerrero, desde el suelo, alza una vista perdida, embriagada... derrotada.
Alguien está riendo, alguien está soltando amplias carcajadas, y en el ancho cielo las nubes pasan.
¡Qué bello todo! ¡Qué normal es todo cuando los guerreros parecen perder una batalla!"
(Braddha Bala)