"Un verdadero maestro te ayuda a desaprender; nunca a aprender. (...) Desaprende todo lo que sepas, por favor, deshazte de ello. Vuélvete ignorante, vuélvete como un niño. Sólo el corazón de un niño puede golpear a la puerta de lo divino, y sólo el corazón de un niño es oído."
(Osho)