"Observa. Regresa a la fuente, céntrate. Luego, repentinamente, ya no habrá dolor; sólo existirá el éxtasis. Quienes están en la periferia, existen en el dolor. Para ellos, no hay éxtasis. Para aquellos que han alcanzado su centro, no existe el dolor. Para ellos, sólo hay éxtasis." (Osho)