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jueves, 15 de julio de 2010

"Firme en sus ojos, sostenía la mirada a un paisaje atemorizador.
El gurú sabía que el camino nunca queda a la espalda, siempre al frente. El camino es lo por andar, la incógnita, el día a día... la sorpresa.
Como un rey, como un dios, el gurú miraba a un horizonte al que hablaba de tú a tú, como a un amigo, como a un retador.
Grandes lecciones se aprenden caminando junto a un ser semejante.
No es alto, ni desborda fortaleza, y en hermosura pasa desapercibido, pero sus ojos ven, y su corazón siente... porque ya no hay obstáculos para él."
(Braddha Bala)