"Se cuenta que el gran Alejandro Magno tuvo noticia un día de la existencia de un sabio llamado Diógenes. Se acercó a él, era un hombre desnudo que estaba simplemente sentado contra un muro tomando el sol.
Alejandro Magno le preguntó: "¿Se puede hacer algo por ti... ayudarte de alguna manera?
Diógenes permaneció en silencio. Sólo algo después respondió: "Si te puedes apartar un poco harías un favor, es que estás tapando el sol."